domingo, 8 de junio de 2014



Objeto volador no identificado



El término objeto volador no identificado, más conocido como ovni (por las siglas O.V.N.I., calco del acrónimo inglés UFO oUnidentified Flying Object),2 se refiere a la observación de un objeto volante, real o aparente, que no puede ser identificado por el observador y cuyo origen sigue siendo desconocido después de una investigación.
El acrónimo fue creado para reemplazar al de "platillo volante" y ha llegado a trascender más allá de las simples observaciones aéreas. Aunque autores como Erik von Daniken (1999) o Jacques Fabrice Vallée (1976) han apuntado que los antiguos carros de los dioses o las apariciones y raptos en bosques y pantanos podían ser el equivalente a los relatos ovni actuales, el fenómeno-mito comenzó en 1947, íntimamente vinculado a los medios de comunicación.
Su interés para los gobiernos, si es que alguna vez lo tuvo, ha ido decreciendo al encontrarse explicación a la mayoría de los casos y no apreciarse nada especialmente raro ni misterioso en los no aclarados. Sin embargo, la tendencia parece opuesta en la literatura especializada en estos temas, que ha ido creciendo en número de cabeceras y tirada, para pasar a recoger también supuestos contactos telepáticos, pretendidos secuestros y declaraciones sobre experimentos genéticos perpetrados por los tripulantes de dichos objetos. Todas estas afirmaciones extraordinarias tienen en común la ausencia de pruebas extraordinarias que las demuestren. Pese a la total ausencia de las mismas, la hipótesis extraterrestre sigue siendo tema de debate.

¿Existen los ovnis? 



¿Un pájaro, un avión..? ¿o un misil?

A la luz de las recientes apariciones de objetos voladores no identificados también surgió una hipótesis según la cual, los avistamientos se corresponderían con pruebas de cohetes balísticos.
Sin embargo, ninguna de estas hipótesis aporta pruebas concluyentes sobre el origen de los ovnis.

Que el Área 51 sí existe (la de los Ovnis)
Los aficionados a los OVNI y los que creen en los encuentros con extraterrestres están celebrando que la CIA haya reconocido la existencia del Area 51, el polígono secreto de pruebas de la Guerra Fría que ha sido objeto de elaboradas teorías conspirativas desde hace decenios.
Documentos recientemente desclasificados han alborotado a los que gustan de usar sombreros de papel de aluminio, aunque en los papeles dados a conocer no se mencionan accidentes de OVNI o simulacros de alunizaje.
Audrey Hewins, una mujer de Oxford, Maine, que dirige un grupo de apoyo para personas como ella, quienes creen que han sido contactados por extraterrestres, dijo que sospecha que la CIA avanza hacia la revelación de que hay seres de otros planetas en la Tierra.
“Creo que probablemente estén probando las aguas para ver cómo se molesta la gente con la mentira”, dijo.
Durante mucho tiempo, funcionarios federales se han mostrado reacios a reconocer siquiera la existencia del Area 51.
La historia de la CIA dada a conocer el jueves no sólo menciona el Área 51 por su nombre y describe algunas de las actividades aeronáuticas que se desarrollaron allí, sino que ubica la base de la Fuerza Aérea en un mapa, a lo largo del Lago Groom, que está seco.
También menciona algunos aviones avanzados, pero ninguno en forma de platillo volador.
El Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington hizo una solicitud de información de archivos públicos para obtener la historia de la CIA sobre uno de los proyectos más secretos del Area 51 durante la Guerra Fría, el programa del avión espía U-2.
Jeffrey Richelson, investigador del Archivo de Seguridad Nacional, primero revisó la historia en 2002, pero todas las menciones de la base militar más secreta del país habían sido eliminadas. Así que lo volvió a solicitar en 2005, esperando recibir más información. Así fue, y hace unas semanas le llegó una versión con las menciones incluidas.
Es poco probable que el informe ponga fin a las teorías conspirativas. El documento de 407 páginas tiene muchas partes censuradas y ¿quién puede decir que no se trata de hombrecitos verdes?
Desde el U-2 en los años 50, la base ha sido un polígono de pruebas de varios aviones ultrasecretos, entre ellos el avión espía SR-71 Blackbird, el caza furtivo F-117A y el bombardero furtivo B-2. Algunos creen que en los hangares de la base se guardan vehículos extraterrestres, pruebas del “incidente de Roswell” —el supuesto accidente de un OVNI en Nuevo México en 1947— y cuerpos de habitantes de otros planetas.
El informe menciona que “una consecuencia inesperada” de los aviones que vuelan a gran altura fue “un tremendo aumento en los reportes de objetos voladores no identificados”. El informe señala que los aviones U-2 y Oxcart, que vuelan mucho más alto de que lo que los civiles pensaban que era posible, representan la mitad de los avistamientos de OVNI durante las décadas de 1950 y 1960.
Y era de esperar que la CIA dijera eso, afirmó Stanton Friedman, de Canadá y quien se describe a sí mismo como ufólogo.
“La idea de que el U-2 explica más avistamientos es una tremenda mentira”, dijo. “¿Puede el U-2 detenerse en el aire? ¿Puede hacer un giro de 90 grados en medio del cielo? ¿Puede despegar de la nada? El U-2 no puede hacer nada de eso”.
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